Una controvertida decisión arbitral fue el triste epílogo de lo que fue un auténtico partidazo. Izarra y Amapola ofrecieron un vibrante espectáculo sobre el complicado piso del frontón de Izarra. Una pena que el colegiado decantara la balanza a favor del conjunto local en los últimos compases del choque.
Con empate a siete en el marcador y minuto medio por disputar, las espadas estaban en todo lo alto y los dos contendientes buscaban la victoria, cuando un futbolista verde se ayudó del codo para interceptar el balón y poder montar un rápido ataque que acabó en gol. Involuntaria, quizás sí; incluso admisible si dos minutos antes el árbitro no hubiera sancionado con falta un lance exactamente igual pero con los colores de los protagonistas cambiados. El Izarra, con suficiente potencial por sí mismo, no desaprovechó el favor. Después, el Amapola se fue a por el empate con portero-jugador, pero la falta de espacios en el frontón motivó que tal suerte táctica acabara en un nuevo gol local, obra de su guardameta de campo a campo. Los Reds tuvieron tiempo aún para acortar distancias en los últimos segundos, pero para nada más. La injusticia ya estaba completada; no con el Amapola en sí, sino con el fútbol sala en general, toda vez que un partidazo así no se merecía tal final.
Porque fue un partidazo. El Amapola volvió a ofrecer su mejor versión contra uno de los 'grandes' y no perdió la cara al choque en ningún momento. En sentido literal, ya que hubo que lamentar la retirada de Alvarito después de un caradón que acabó con su ojo hinchado y, eso sí, el balón lejos de la red.
Y eso que el inicio no fue bueno por parte de los rojillos, azulillos en Izarra. Les costó adaptarse al peculiar terreno de juego, circunstancia que los locales, conocedores de todos los recovecos de su frontón, aprovecharon para marcharse por 3-0 en el marcador. Eso y que tienen jugadores de calidad y gran capacidad resolutiva. Los rechaces fueron la cruz del Amapola en esta puesta en escena, que no hacía presagiar nada bueno.
Pero nada más lejos de la realidad. En un arranque de casta, los de Zaramaga se pusieron el mono de faena y se lanzaron sin complejos al cuerpo a cuerpo con el cuarto clasificado. Cerraron mejor las líneas y comenzaron a mirar portería rival. Consecuencia, empate a tres después de un golazo de Santi y dos tantos a medias entre el Kapo y la defensa rival a la salida de sendos saques de esquina.
Así se llegó al descanso, pero lo mejor estaba por venir. En la reanudación, los verdes se lanzaron a tumba abierta a por el partido y el comienzo fue similar al del primer período, con nueva ventaja para los locales (5-3). Pero la reacción amapolina, comenzando desde la portería con un gran Casillas, fue extraordinaria. Santi acortó distancias y el Kapo empató con un golazo de bandera, sin ángulo, que arrancó los 'oohh' de la grada. El Amapola no paró ahí y una contragolpe ejecutado a la perfección finalizó en un tanto de Borja que culminó la remontada.
A partir de ahí, intercambio de golpes. Dos del Izarra y uno de Santi dejaron la balanza nivelada. El del árbitro, casi sin tiempo para la respuesta, tumbó al Amapola. Así de triste. Así de injusto.
Lo mejor Partidazo.
Lo peor Un partidazo no se puede decidir así.