Amapola 4-4 Oriamendi

Reacción que vale un punto

El Amapola salvó un punto ante el siempre correoso Oriamendi, que mandó en el electrónico durante la mayor parte del encuentro y vio esfumarse el premio en el tramo final del encuentro, entre la reacción rojilla y los deméritos propios. Los Reds, en cualquier caso, volvieron a dar la cara y supieron mantener la serenidad para levantar el 0-3 adverso que dominaba el marcador al descanso.

El choque arrancó según las premisas habituales de un partido con el Amapola de por medio. Los colorados en su campo y mayor dominio de balón del rival. Esta vez, sin embargo, no salió bien la apuesta. Porque los de Zaramaga defendieron más separados y dejaron más espacios de lo normal, circunstancia que aprovechó el jugador más desequilibrante de los aguraindarras para poner en franca ventaja a los suyos, 0-2, en apenas tres minutos. Marcó el primero en gran jugada personal, extraordinario regate y certero disparo cruzado, y generó el segundo para que, tras un rechace, un compañero marcara a placer de cabeza.

A remolque los rojillos, que, sin embargo, no perdieron la cara al encuentro. Fue un toma y daca, pero con la habitual falta de puntería por parte del Amapola. Sí acertaron los visitantes, que se fueron al tiempo de descanso con un claro 0-3 a favor y el choque encarrilado.

Mal pintaban las cosas para los Reds, pero acortaron distancias al poco de la reanudación, gracias a un tiro de Pablo Zizou que desvió un defensa antes de colarse en la portería. Mediada la segunda mitad, Kike hizo el 2-3 al transformar un penalti cometido sobre Päin y el partido entró en un escenario completamente diferente. El Amapola estaba de nuevo en la contienda. Y esta vez para no salirse.

Ni siquiera con el 2-4, a falta de seis minutos, ya que un golazo de Alex volvía a reducir la diferencia a la mínima sólo uno después. El Amapola no perdió la fe y tuvo su premio en el último minuto, ya con portero-jugador sobre la cancha. Aunque la recompensa llegó más por deméritos del rival que por méritos propios, toda vez que, pese a la superioridad numérica, el empate llegaría de doble penalti (magistral Kapo) tras dos faltas innecesarias de los de la Llanada, que perdieron los papeles entre protestas e infracciones tontas en campo ajeno. Al final, reparto de puntos y la sensación de que los Reds comienzan a adquirir cierto nivel competitivo.