sábado, 13 de febrero de 2010

Aretxabaleta 4-2 Amapola

Una derrota increíble

Derrota increíble del Amapola. Digna de una película de los hermanos Marx. Con ventaja en el marcador y el partido absolutamente controlado, los de Zaramaga se condenaron en un final de partido que rozó el surrealismo. Ellos solitos cavaron su tumba y el tipo que iba disfrazado de colegiado terminó de echar tierra al hoyo.

El primer tiempo transcurrió dentro de los parámetros normales de un partido del Amapola, que se adelantó con gol de Hristo en un buen arranque, se echó atrás hasta dejarse empatar en un zapatazo a la escuadra, quizás mal tapada por el portero rojillo, y volvió a cobrar ventaja en el electrónico antes del descanso gracias a un gol en propia puerta del Aretxabaleta.


La segunda parte caminaba por la misma vía hasta que el árbitro expulsó al capitán local por doble amonestación. Y ahí empezaron a cruzarse los cables en la cabeza de los Reds. Primero fueron incapaces de generar peligro con uno más, en una exhibición de cómo no se debe jugar en superioridad que acabó con una clarísima oportunidad del Aretxabaleta, fallada a portería vacía.

Se repuso, pese a todo, y suyo fue el control del partido. Tanto que las mejores ocasiones fueron rojillas, pero se estrellaron ante la buena actuación del guardameta local. El choque, en cualquier caso, tenía un claro matiz colorado. A falta de poco más de tres minutos, de hecho, el Aretxabaleta apenas presionaba y no generaba ningún peligro. Sólo el Amapola daba impresión de poder marcar y parecía imposible que se escapara la victoria.

Pero del Amapola nunca se puede fiar uno. Era Carnaval y no podía faltar la bufonada colectiva de los Reds. Primero, un balón en clara posesión perdido por Päin propició el empate después de que el rival se llevara el balón de rebote. Después, un disparo lejano pegó en el poste y entró en la portería después de pegar en la espalda de Casillas, un estrambótico gol que ponía por delante al Aretxabaleta de manera totalmente inesperada.

Esa desafortunada jugada descolocó por completo a los rojillos, pero ellos lo siguieron intentando hasta que apareció el árbitro, Groucho Marx en este caso, para expulsar a Apurttu por adelantarse a su par en el lanzamiento de un doble penalti tras un atropello de Iñigo a un adversario. Inaudita expulsión de un jugador que no hizo ninguna falta en todo el partido, ya que la primera cartulina fue por formular observaciones al trencilla.

Cuesta arriba y con uno menos, el Amapola cedió y el Aretxabaleta aprovechó para redondear un marcador que no hizo justicia a lo acaecido en la cancha. Y para redondear la película, Iñigo Harpo Marx (por los rizos, no por lo mudo) astilló la puerta del vestuario de una patada, fruto del enfado, en una acción totalmente injustificable.

6 comentarios:

Iñigo dijo...

Por una vez tiene toda la razón el señor administrador, en lo de que el partido lo perdimos nosotros solitos y el árbitro terminó de empujarnos y en lo de la puerta.

Lo siento, se me fue la olla. Pido disculpas a mis compañeros y al club por tan indigo comportamiento y me hago cargo de las posibles consecuencias.

Anónimo dijo...

Sr. Administrador: podría usted informar de quien han sido los goles?? ésta crónica ha quedado un poco en el aire, no? muchas gracias por anticipado.

Sr. Administrador dijo...

Están ustedes en todo, señores anónimos. Ya está corregido y hemos puesto el gol de Hristo, el otro ya se había puesto que ha sido en propia puerta.

Anónimo dijo...

Mucho mejor Sr. Administrador. Confío que ha sido un pequeño despiste. A ver si la próxima crónica puede usted decir que por fin el amapola es vencedor.. Áupa Amapola!!!

Haginesku dijo...

Puto arbitrucho de mierda, jeta, sinvergüenza y desgraciado.

Si llego a estar en el partido...

flopo dijo...

al final vamos a tener q jugar el pelirrojito y yo pa salvar al amapola.......animo txavales que hay q empezar a ganar