La Parrilla 1-4 Amapola

De barrigas y tacones

El Amapola sigue en racha y el sábado en Abetxuko sumó un nuevo triunfo a su casillero. Sin excesivo brillo, pero tres puntos más, al fin y al cabo. Con la filosofía 'de Zidanes y Pavones' agotada en medio de la nada, los Reds han inventado una nueva: 'de barrigas y tacones', esa que combina el trabajo de la clase media con la exquisitez de los malabaristas del balón, la que es capaz de ganar sin jugar bien, pero que siempre deja detalles para el 'gourmet' futbolístico.

Ante la escasez de efectivos de La Parrilla, el conjunto rojillo llevó el peso del partido desde el principio, pero sin excesivo peligro sobre la portería de un rival que, agazapado, buscaba sus ocasiones al contragolpe. El juego no era fluido, pero una genialidad de Mikel Haginesku abrió la lata. En una jugada de nuevo cuño, el de San Viator se llevó el esférico ante dos rivales gracias a un control "con el barrigotxo", según lo definió él mismo en el banquillo, y batió al portero para establecer el 0-1.

Sin muchos alardes, los Reds encarrilaron el partido y se dedicaron a contemporizar. Alvarito no sufrió en exceso bajo los palos, pero, cuando la situación parecía más controlada, un penalti que la colegiada se sacó de la chistera (de esos rigurosos que con el reglamento en la mano quizás lo sean pero nunca se pitan) niveló la contienda antes de llegar al descanso.

La reanudación transcurrió por los mismos derroteros: el Amapola dominaba sin brillantez y sin dinamismo en la circulación de la pelota y La Parrilla, que acusaba el esfuerzo según avanzaba el cronómetro, aguardaba su oportunidad. El juego rojillo no invitaba a la esperanza, pero en éstas apareció Apurttu y en dos zarpazos puso a los de Zaramaga en franca ventaja. 1-3 y a esperar atrás para poner una puntilla que llegaría en el último minuto por mediación de una 'delicattesen' técnica de Kike, que de tacón subió al electrónico el definitivo 1-4.

Después hubo merienda.

Lo mejor El 'control del barrigotxo', una nueva argucia técnica que sumar al amplio repertorio de jugadas amapolinas para la historia. Haginesku... ¡Jugón!
Lo peor Fases de juego muy espeso, pero, como los grandes, hay que saber ganar jugando mal.