Atenea Ikusnet 5-4 Amapola

Vuelta a las andadas...

y a las andanzas

El Amapola, fiel a su irregularidad, volvió a las andadas en su errático deambular por la Liga de Honor alavesa. Una de cal y otra de arena. Así se mueven los rojillos, que el sábado cayeron en Mendizorroza ante el Atenea-Ikusnet (5-4). Y eso que se fueron al descanso con ventaja de 0-1 ante un rival que, sin guardameta en el plantel, arriesgó con portero-jugador desde el inicio del choque. No le salió bien la apuesta en la primera mitad, ya que el orden defensivo de los Reds, esta vez sí colgados del larguero, y un golito cazado por el veterano Pablo Zizou, tras robo de balón y espectacular sprint, pusieron por delante a los de Zaramaga. El dominio del Atenea, en cualquier caso, no se tradujo en ocasiones claras y el peligro sólo llegó en tiros lejanos y sus posteriores córners.

Pero es difícil aguantar tanto tiempo en el área propia. Otras veces ha salido bien, pero no en esta ocasión. En la segunda mitad, los cafeteros cambiaron su dibujo, con tres hombres por fuera y dos en el área, lo que derivó en más problemas para la defensa rojilla. El panorama pudo haber cambiado si el colegiado no hubiera perdonado la expulsión a su portero-jugador por cortar un balón a portería con la mano fuera del área, pero el árbitro no acertó y el control siguió correspondiendo a los de blanco. Era cuestión de tiempo y el empate llegó en un tiro desde fuera. Pero el Amapola no se vino abajo, siguió a lo suyo y Kike puso de nuevo en ventaja a los de Zaramaga.


A partir de ahí, alternativas, toma y daca en el marcador. Nueva igualada, en combinación hasta el área pequeña, y nueva reacción rojilla. Apurttu, que regresaba tras varios meses en el dique seco, robó un balón y estableció el 3-2. En esa jugada fue expulsado el portero del Atenea, pero al haber marcado gol y ser la amarilla por una falta acumulativa, el rival siguió jugando con cinco.

Y poniendo en apuros a los colorados. En dos nuevos tiros desde fuera del área dieron la vuelta al marcador y otro más les dio el 4-5 después de que Kike volviera a empatar. En el último minuto, ya con su portero en su sitio, Santi envió un balón al poste, pero el electrónico no se movió y los puntos cayeron del lado del Ikusnet.



Después del partido, eso sí, nada de caras largas. Tocaba 'corzada', acompañada de las habituales delicatessen de Txomin y 'langostinos Zizou'. Todo, por supuesto, bien regado con tintorro, una bebida isotónica a la que da nombre el primo de Hristo. ¿O era al revés? Sea como fuere, la cena volvió a dejar patente que los jugadores rojillos se desenvuelven mejor con mesa y mantel que con la pelota en los pies. A esta cita no faltó nadie, algo que no ha ocurrido en ningún partido de la presente temporada, y la táctica nocturna volvió a salir mejor que la diurna.

En este escenario los movimientos salen de manera natural, los espacios están bien ocupados, hay buenos desmarques y hasta el físico da más de sí. Porque veinte minutos corriendo no, pero hasta las cinco de la mañana en el Spree aguantó más de la mitad del equipo. Ahí no hay esguinces, ni flato, ni kilos de más. Ahí lo dan todo. Y que dure.


Lo mejor El retorno del futbolista anteriormente conocido como Apurttu, actualmente El Eibarrés Cansino, que mostró la torpeza lógica de la inactividad pero ya dejó su sello en forma de golito.
Lo otro mejor El detalle de la directiva de invitar a la cena pese a no haber alcanzado la cota de puntos pactada. Si al final va a ser cierto que lo importante es participar.
Lo peor O lo más raro, al menos, un tiempo muerto al minuto de juego. Es lo que tiene el fútbol sala profesional.