Amapola 5-3 Adava

Primera victoria

A la quinta fue la vencida. El Amapola estrenó por fin su casillero de victorias y lo hizo en un partido de alternativas ante el Adava. Y con nuevo look: sin porteros, sin la solidez defensiva de Zizou y sin la contundencia ofensiva de Apurttu, ambos en el dique seco. Con Hristo reverdeciendo viejos laureles bajo los palos y con responsabilidad compartida en el área contraria. Pero, sobre todo, con una defensa correcta y un ataque aceptable, más de lo que había ofrecido hasta la fecha en el presente ejercicio liguero.

Las cosas, en cualquier caso, no empezaron bien. En el amanecer del partido, una jugada desafortunada para los rojillos adelantó al Adava. Un saque de córner rebotó en el pie de Kike y el balón se coló irremediablemente en la puerta de Hristo. A remolque. Aunque visto lo visto en los encuentros anteriores, en los que el Amapola dispuso de ventajas en el marcador en todos ellos, quizás era el acicate que necesitaban los Reds para irse a por el partido.

No tardó el Niño de Yurre en enmendar su mala suerte con una jugada de raza que acabó en una asistencia para Tore Andre Flo, que niveló la contienda. El partido, de ida y vuelta, no tenía un claro dueño, pero la fortuna volvió a mostrarse esquiva con el Amapola cuando un disparo lejano del Adava fue desviado por el tobillo de Santutxu para alojarse de nuevo en las redes de Hristo. Otra vez cuesta arriba. Y otra vez reaccionó el conjunto de Zaramaga.

Y en esta ocasión de manera más contundente. Se hizo dueño del balón y sus movimientos ofensivos comenzaron a crear problemas en la defensa rival. Y llegaron los frutos. Kike elevó de nuevo el empate al electrónico, Santi sacó a pasear la 'gadgetopierna' para cazar un balón perdido en el área tras un barullo y convertirlo en gol e Iñigo culminó una buena jugada de ataque llevada por Päin. Resultado, 4-2 al descanso.

En la reanudación, el Amapola se dedicó a contemporizar, sobando el balón y jugando con el reloj, pero sin crear excesivo peligro. Poco a poco, el dominio, más territorial que peligroso, pasó a botas del Adava, que se afanó en poner cerco a la portería de Hristo. Sólo inquietó al guardameta búlgaro con disparos lejanos, pero un clamoroso error defensivo rojillo motivó el 4-3. El encuentro recuperó entonces la emoción.

Los Reds trataban de matar el choque a la contra y dispusieron de ocasiones para ello. La más clara, de Haginesku, pero no acertó a definir solo contra el portero. En los últimos minutos, el cansancio empezó a hacer mella en los dos equipos, pero le pasó mayor factura al Adava, obligado a llevar el peso del juego. En este escenario apareció de nuevo la figura del pelirrojito de Txagorritxu para dar la puntilla y sellar la primera victoria de la temporada para la escuadra amapolina. Costó y se sudó, pero al final se pudo saborear.

Una inyección de moral para hacer frente al duro calendario que se avecina. El próximo compromiso lleva a los colorados a Eskoriatza (sábado, 16.00 horas), donde se medirá a uno de los grandes favoritos de la categoría.

Lo mejor Lo a gusto que se queda uno cuando gana.
Lo peor Las lesiones de Pablo y Borja, que pueden ir para largo.