Oketa 7-4 Amapola

Dinámica peligrosa

El Amapola no termina de arrancar esta temporada. Quedó claro en el partido del sábado en Judimendi, donde un juego a ráfagas trufado de una inoperancia deseseperante volvió a condenarle ante un Oketa efectivo y contundente. Lastrado por la ausencia de su arsenal atacante (Borja, Hristo y Santutxu), el conjunto rojillo volvió a mostrarse inofensivo en ataque. Lagunas defensivas hicieron el resto.


Y eso que las cosas no pudieron comenzar mejor. Los Reds, cosa extraña, supieron sacar partido de un inicio trepidante, con el balón de una a otra portería, para adelantarse en el primer minuto por mediación de Pablo, que sorprendió desde atrás para aprovechar una asistencia de Kike.

A partir de ahí, el juego se serenó y el mando del choque pasó a manos del Oketa. Los de Zigoitia marcaron el tempo del choque ante un Amapola defensivo que apenas supo sacar partido de sus posesiones de balón. Cierto es que el rival tampoco creó excesivo peligro, pero su 'killer', por quien no pasan los años, estaba ahí para sacar petróleo de las pocas ocasiones claras. La primera, a la cazuela, de potente tiro raso; la segunda, también para adentro, cazando de volea un pase desde atrás. El partido estaba igualado y la diferencia de pegada decantó el marcador al descanso, 2-1 favorable al Oketa.

El descanso no sentó bien a los de Zaramaga. En la reanudación quisieron mostrar un atisbo de reacción para, con más movimientos en ataque, intentar ir a por el partido. Pero, otra vez más, no era el día del Amapola. Con el control del balón seguía sin hacer peligro y sin él sufría las acometidas de un adversario más incisivo, con más mordiente. Un zarpazo y el tercero. Otros dos y la sentencia. En un visto y no visto el duelo se puso en un elocuente 5-1, con todavía cinco minutos por disputarse. No es que el Oketa barriera de la pista al Amapola, pero se estableció la diferencia entre un equipo con las ideas claras y otro espeso en ataque. Pegada contra inocuidad, contundencia contra timidez.

Fue entonces, cuando todo parecía perdido, cuando el Amapola sacó a relucir el orgullo para acortar distancias. De nuevo Pablo y Mikel, en bonita jugada personal, devolvieron parte de emoción al encuentro, pero el Oketa aprovechó el intento a la desesperada de los Reds, con portero-jugador, para dar la puntilla al encuentro en sendos contragolpes. El tanto final de Mikel, aprovechando un barullo en el área zigoitiarra, sólo sirvió para maquillar el resultado final. Urge mejorar. Y rápido.

Lo mejor Iñigo volvió a jugar con la camiseta rojilla once meses y tres semanas después de su lesión de espalda.
Lo peor La 'Apurttudependencia' de un equipo inofensivo.