Los rivales en cuestión son Aretxabaleta, Adana y Oriamendi. Ánimo y suerte. Vuestras hipotecas lo agradecerán.
PD: Cualquier parecido de la foto con la realidad es pura coincidencia.
PD: Cualquier parecido de la foto con la realidad es pura coincidencia.







Fue entonces cuando el Calasanz pudo gustarse y ampliar el resultado. El triunfo local se puede catalogar de justo, pero se antoja excesivo para los méritos desplegados por uno y otro equipo sobre la cancha. Al final, ni la alineación conjunta de la dupla Hristo-Santutxu, reclamada con insistencia por la afición, pudo rescatar al Amapola.
El mando del partido correspondió en todo momento al Udapa, que puso cerco al área rojilla desde el primer minuto, pero el Amapola, muy ordenado en defensa, le sorprendió en dos zarpazos en los primeros compases del partido. Santi culminó una buena jugada personal de Edu Flórez y Hristo hizo el segundo de potente disparo. Dominio local en la cancha, ventaja visitante en el electrónico.
El conjunto blanquillo, además, sólo generaba peligro real en jugadas a balón parado, principalmente desde el córner. Así acortaron distancias, en un lance desafortunada para los amapolinos, ya que Kike desvió un disparo despistando a Alvarito, al que el balón se le coló entre las piernas.
El partido siguió igual hasta el descanso y tras la reanudación, si bien el Udapa aumentó el ritmo en la segunda mitad y consiguió provocar cierto desorden en la zaga rojilla. Sus ocasiones crecieron en número respecto al primer tiempo y esa labor de desgaste terminó dando sus frutos superado ya el 'ecuador' del período. Un barullo a la altura del punto de penalti fue aprovechado por el pivote blanquillo para ejecutar el empate en un buen disparo a la media vuelta.
El gol descompuso a los Reds durante un tiempo, lo que aprovechó el Udapa para culminar la remontada a falta de tres minutos con un soberbio disparo que se coló por la escuadra de Casillas.
A partir de ahí, el Amapola lo intentó con portero-jugador y tuvo una buena ocasión en botas de Mikel, pero el balón no corrió con la suficiente fluidez como para generar mucho peligro sobre el arco rival. Un balón perdido motivó un tiro lejano que Iñigo desvió con la mano en un gesto instintivo. Segunda amarilla para redondear una matinal aciaga del cierre rojillo.
Con apenas quince segundos por disputar y en inferioridad numérica, el choque parecía finiquitado, pero incluso en esa tesitura tan adversa el Amapola sacó la casta suficiente para crear una gran oportunidad que Santutxu no acertó a materializar en un mano a mano con el portero. Al final, derrota con honores, pero derrota.
Lo mejor La respuesta de la afición un domingo por la mañana.
Lo peor Ya se sabe que el Amapola es de segundas vueltas, pero nos vamos quedando atrás.
El choque comenzó con un dominio territorial de La Parrilla que no se tradujo en ocasiones claras. Sólo un penalti inexistente, de esos que extrañan hasta al conjunto beneficiado, permitió al conjunto de negro abrir el marcador. Que el árbitro llevara la misma camiseta (se cambió de color tras el descanso) fue sólo mera coincidencia. Pero el Amapola no se descompuso, siguió a lo suyo y comenzaron a llegar las ocasiones, desbaratadas en gran parte por la excelente actuación del guardameta rival. Y también por el larguero, que repelió una genial jugada de Haginesku, cañito incluido, que levantó el 'oohhh' de la grada.
Ésta comenzó con una subida de ritmo por parte del conjunto parrillero, que apretó en la presión y dificultó la salida de balón de un Amapola hasta el momento cómodo. La empanada de Santutxu en punta (casi es mejor que salga el día anterior) no hizo sino acrecentar los problemas ofensivos de los rojillos, que, en cualquier caso, mantuvieron su buen tono defensivo e intentaron aprovechar jugadas individuales en ataque.