Amapola 1-3 Los Halcones

Acostumbrado a perder

El Amapola está convirtiendo las derrotas en un hábito. El sábado dio continuidad a esa dinámica negativa contra Los Halcones en un partido que no ofreció la peor versión del conjunto rojillo, pero que volvió a evidenciar que esa inercia le atenaza, le hace jugar incómodo, encorsetado.

Ya no cabe la excusa de las bajas, pues el rival se plantó en Abetxuko con lo justo, pero tan corto de efectivos como sobrado de talento y saber estar en la cancha. Un adversario que manejó el ritmo del partido y lo supo llevar a su terreno. Ayudado, eso sí, por un Amapola romo en ataque, inocuo y sin pegada.

El choque arrancó con dominio alterno y escasas ocasiones claras en ambas porterías, si bien el guardameta de Los Halcones desbarató alguna rojilla en buenas intervenciones y los postes de Casillas repelieron dos tiros de fuera. El Amapola amagaba con inocencia y eran Los Halcones los que golpeaban con más peligro. Así, una jugada de los azules superó al portero rojillo e Iñigo desvió bajo palos con la mano. ¿Expulsión? Seguramente sí, pero el colegiado no lo apreció así ante las protestas halconiles. Algo debió pasar por su conciencia cuando, para compensar, ordenó repetir el lanzamiento de penalti que había parado Casillas. A la segunda entró y quedó establecido el 0-1 con el que se llegó al descanso.

En la reanudación, el cuadro de Zaramaga ofreció algo más de coraje e intensidad defensiva, tratando de imprimir más ritmo al choque. Le sirvió para empatar con gol de Iñigo de puntera ajustada al palo, pero volvió a diluirse y a dejar el mando a Los Halcones, que en una precisa pared culminada de vaselina magistral ante la portería, casi sin ángulo, se volvieron a poner por delante.

A partir de ahí, el habitual quiero y no puedo del Amapola, que se la jugó con portero-jugador en los últimos minutos y le volvió a salir mal. No supo aprovechar la superioridad numérica y un error de cálculo, fruto de un mal entendimiento de los jugadores de campo, propició el definitivo 1-3.

Lo mejor Garbancito Santutxu llegó puntual por primera vez en varias temporadas.

Lo peor Afán de protagonismo del árbitro en un partido correcto por ambos equipos.