Edurtza 4-2 Amapola

La primera en la frente

Vuelta a las andadas. Las buenas sensaciones exhibidas por el Amapola en pretemporada siguen de vacaciones y decidieron no presentarse en Iparralde. El conjunto rojillo volvió a convertir el fútbol sala en un juego complicado, pastoso. Premisas básicas como pasar al que está solo en lugar de al que está marcado se quedaron en el vestuario. Y el cuadro de Zaramaga arrancó su nueva etapa en Primera Regional con derrota. Por momentos se quiso atisbar algo de juego, pero quedó patente que todavía queda mucha adaptación por delante para un conjunto muy renovado. Derrota por méritos propios a la que, además, se sumaron algunos elementos como un árbitro de gafas que tiende al error y suele encrespar los nervios de todos aquellos que se la acercan a menos de veinte metros. Nueve de cada diez psiquiatras recomiendan no practicar ningún deporte con él como juez, pero es lo que tiene la falta de colegiados en la Federación, que siempre nos tocan los mismos por pésimos que sean.

El choque arrancó plagado de imprecisiones, sin un dominador claro y sin excesivas oportunidades de peligro en ninguna de las dos porterías, aunque el Edurtza ya dejó constancia de que su velocidad podía hacer daño a la contra en caso de pérdidas de balón. Un aviso del que el Amapola hizo caso omiso. Fue el conjunto rojillo, en cualquier caso, el que se adelantó en el marcador. Lo hizo, no podía ser de otra manera, a balón parado, en un disparo de falta de Gorka.

Quedaba poco para el descanso, pero la alegría apenas duró en el bando colorado, ya que una imprecisión defensiva propició el empate antes del período de reflexión.

El inicio de la segunda parte ofreció quizás los mejores minutos del Amapola, que tocó el balón con más tranquilidad en busca del espacio. Así, Hristo volvió a poner en ventaja a los de Zaramaga en un disparo sin apenas ángulo. Pero el gol, lejos de calmar el juego amapolino, volteó la situación y pasó a dominar el Edurtza, que volvió a empatar en pocos minutos. Con lo que cuesta marcar y lo fácil que es encajar.

Fue a partir del empate cuando se empezó a descomponer el Amapola, mermado por la marcha de Jon al descanso y la lesión de Roberto. Quedaba un cambio, pero Hristo vio la segunda cartulina amarilla en una falta de esas que no es necesario hacer pero que, ni de lejos, suponen tarjeta. Salvo para el trencilla en cuestión. El caso es que el equipo colorado aguantó el tipo en inferioridad numérica, pero, oh fatalidad, encajó justó al minuto y 59 segundos de la expulsión, cuando sólo quedaba un segundo para equilibrar las fuerzas en el campo. Ese 3-2 minó la moral del Amapola, que, en su afán de buscar el empate, comenzó a dejar muchos huecos. El cuarto gol local, pese a todo, llegó en otra falta mágica inventada por el árbitro. Doble penalti que esta vez no perdonó el Edurtza, que, a falta de dos minutos, dejó el choque visto para sentencia.