Amapola 3-1 Oriamendi

Un Amapola solvente

El Amapola dio un gran paso en su afán por asentarse en la mitad de la tabla después de un errático comienzo de temporada. El equipo rojillo va recuperando mimbres para su cesto y ante el Oriamendi volvió a demostrar que con el plantel reconfigurado es siempre un digno aversario. Una victoria justa, solvente, amparada en una buena defensa y en el olfato de su hombre-gol, Apurttu.

Y eso que las cosas no comenzaron bien para los de Zaramaga. Dos bajas de última hora mermaron su potencial: Mikel metió el pie en una zanja cuando fue a buscar leña y se jodió el tobillo (????????????????) y Santi volvió a dejar patente su sentido de la irresponsabilidad con una espantada forjada en la vangancia, la desidia y la resaca habitual de los domingos.

Para colmo de males, un error arbitral privó a los rojillos de adelantarse temprano en el marcador. El trencilla de turno convirtió un bonito tanto de Borja en un gol-fantasma, basado en un agujero en la red y en una teoría poco creíble sobre el recorrido del balón. Vuelta a empezar.

Pero el Amapola dejó claro desde el principio que quería el partido. Enchufado, bien posicionado y con criterio a la hora de mover el balón, el gol era cuestión de tiempo. Se hizo esperar, pero finalmente Kike culminó un ataque para dejar en ventaja a su equipo antes del descanso, después de un buen primer período.

El segundo tiempo deparó el guión esperado. Arreón del Oriamendi, con más corazón que cabeza, y un Amapola agazapado que esperaba su oportunidad a la contra. Menos brillante, sí, pero igual de eficaz. Orden en defensa. Alvarito desbarató las ocasiones visitantes, poco claras en su mayoría, y Bor por partida doble se encargó de sentenciar la contienda. La puntilla, con disparo desde campo propio tras robo aprovechando el portero-jugador del Oriamendi.

El tanto aguraindarra llegó en el último minuto fruto de un doble penalti, pero el triunfo rojillo no peligró en ningún momento. El cuarto del campeonato, igualando así la cifra de 12 puntos que se consiguió en la primera vuelta de la pasada temporada.

Lo mejor Nutrida representación de aficionados rojillos en la grada. Incluida la 'Presi', que no se dignaba en aparecer desde hace un porrón de años. Y sin bocata de chorizo.

Lo peor El comportamiento de Santi, que dejó a sus compañeros en la estacada porque sí. Porque no le apetecía jugar después de dos juergas consecutivas. Suspenso para el pelirrojo.