
Se publicarán las fotos enviadas (de este año) y el más votado se llevará dos branis.


Pero no fue así. En la segunda mitad, una errática puesta en escena por parte de ambos equipos dio paso a un mayor control de Los Halcones, que acortaron distancias y, poco a poco, encerraron en su campo al Amapola, varios córners incluidos. El dominio dio sus frutos y el 3-3 subió al electrónico de Abetxuko a falta de tres minutos para el final.
Pero hay muchos más aspectos positivos que negativos. Por ejemplo, el equipo rojillo ha sumado diez puntos más que en la primera vuelta de la pasada temporada, en la que se salvó con 36. Los Reds han firmado un promedio de 1,46 puntos por comparecencia, un ritmo que le situaría en 44 puntos al final de la temporada, en zona de Intertoto.

Parece, por tanto, que lo de "tonto" y "subnormal" que reflejó el acta arbitral lo han tomado como un insulto, en lugar de como opinión o descripción. No hay ningún artículo que hable de la chulería del trencilla en cuestión ni de posibles sonrisas cínicas tras errores de bulto.
Afortunadamente, la "mano en el torso a la altura del riñón" de Hristo no acarrea sanción y el ariete podrá ser de la partida en el próximo partido, el primero de la segunda vuelta:
LOS HALCONES-AMAPOLA (Sábado; 18.30 horas, Abetxuko).
1. Apurttu 15 (1,67)
1. Flórez 0 (0)
1. Kike 8 (0,57)
1. Alvarito 16 (2,66)
1. Apurttu 2,44 (22/9)
1. Alvarito 87
Ésta transcurrió por los mismos derroteros, con un Amapola espeso en ataque que acusó en exceso la baja de Apurttu y llegó a abusar del pelotazo largo. Tuvo ocasiones, en cualquier caso, pero en esta ocasión fue el Oketa quien se adelantó en el marcador. Tocaba reaccionar de nuevo y el conjunto de Zaramaga lo hizo en una jugada similar a la del primer gol, con asistencia esta vez de Alvarito y remate de cabeza del killer de San Martín, que firmaba así un sorprendente doblete que le aleja de la lucha por el Antipitxitxi.
El 57% ha votado por el sábado a primera hora de la tarde. Bien por la Federación, entonces. El 21% prefiere también en sesión sabatina, pero en una franja horaria un poco más tardía. Claro, que este sábado chocaría con el Alavés, lo que podría provocar un conflicto televisivo a la hora de elegir partido.
El primer tiempo fue dominado por el conjunto laudioarra, que, muy ordenado en defensa, maniató el ataque rojillo hasta dejarlo prácticamente sin ocasiones. Las mejores oportunidades fueron del conjunto visitante, incluido un larguero, y suyo fue también el único gol de este período. Un zapatazo directo a portería en un pícaro saque de banda sorprendió a Alvarito, que no pudo atajar el potente disparo. Así, el descanso llegó con 0-1 en el marcador y la sensación de que iba a ser difícil remontar ante un adversario serio que demostró hechuras de buen equipo sobre el parqué de Judimendi.
El 2-3 subió al electrónico a falta de 1'33'', lo que obligaba al Amapola a una reacción rápida y contundente para empatar el partido. Y vaya si lo fue. Tanto que Alvarito no tuvo ni tiempo de sumarse al ataque como portero-jugador. Un atinado córner botado por Hristo supuso el empate de Apurttu, que pocos segundos después aprovechó una certera asistencia de Santi para sellar otra remontada increíble y agónica en un final de partido vibrante y no apto para cardíacos.
Suma y sigue. El Amapola está en racha y sigue escalando posiciones en la tabla. La plantilla lo celebró por todo lo alto, como merece, con kinito adolescente incluido. El conjunto rojillo vive su tercera o cuarta juventud.
Lo mejor Los huevos que le echó Hristo al asunto. Una docena. En el Txapel. Es una caja de sorpresas.
Lo peor Qui difícil is hablar sin la litra 'e' cuando istás un poco pirjudicado. Paricíamos muy tontos. Iso sí, ichamos unas risas.
Cuando delantero del Udapa Jabitxu marcó el quinto gol de su cuenta particular, nadie en Judimendi podía ni siquiera imaginar lo que estaba a punto de suceder. El electrónico marcaba 5:00 para el final y un 5-0 que concedía una victoria justa pero demasiado abultada a favor del conjunto local. Hasta entonces, el partido se había mantenido equilibrado en cuanto a juego, pero decantado por la extraordinaria actuación del portero del Udapa y la magistral lección de definición de ese gran jugador que portaba el número 10 en su camiseta. Un Amapola mermado por las bajas, con Alvarito nuevamente como jugador, no había cuajado un mal encuentro, aunque carente de la chispa de los anteriores a las vacaciones navideñas.
El Amapola pidió tiempo muerto y se jugó el todo por el todo. Portero-jugador, con Alvarito a cargo de tan arriesgada figura táctica. El balón echó a rodar de nuevo y llegó el deleite, la poesía hecha fútbol sala en el portero-jugador mejor ejecutado. Balones al primer toque y movimientos perfectos hasta que Santutxu culminó la jugada en el apoteósico empate a cinco.