Oketa 3-2 Amapola

Fin a la racha

El Oketa puso el sábado en Abetxuko fin a la exitosa racha del Amapola, que sumaba seis jornadas sin conocer la derrota. Fue un partido igualado y con un final apretado que en esta ocasión se decantó a favor de los de Gopegui por un gol en propia puerta en los últimos compases del choque.

Los dos equipos se presentaron mermados y cortos de efectivos, lo que deparó un encuentro sin mucho ritmo, más táctico que brillante. En este escenario, un gol de barraquilla del resucitado Päin Antona, a pase de vaselina de Kike a la espalda de la defensa, adelantó a los rojillos, pero una soberbia volea cruzada niveló la contienda y dejó las espaldas en todo lo alto para la segunda parte.

Ésta transcurrió por los mismos derroteros, con un Amapola espeso en ataque que acusó en exceso la baja de Apurttu y llegó a abusar del pelotazo largo. Tuvo ocasiones, en cualquier caso, pero en esta ocasión fue el Oketa quien se adelantó en el marcador. Tocaba reaccionar de nuevo y el conjunto de Zaramaga lo hizo en una jugada similar a la del primer gol, con asistencia esta vez de Alvarito y remate de cabeza del killer de San Martín, que firmaba así un sorprendente doblete que le aleja de la lucha por el Antipitxitxi.

Con empate, los de Zaramaga tuvieron dos buenas ocasiones -Juan y Päin- para desnivelar el marcador, pero no hubo puntería y la fatalidad se cebó con los Reds a poco más de un minuto del final, cuando un centro aparentemente inofensivo golpeó en la pierna de Flórez y se coló mansamente en la portería de Alvarito. El Turu quería un gol y por fin lo logró, lástima que en propia puerta. El desgraciado lance, en cualquier caso, no debería empañar el gran partido completado por un jugador cada más adaptado a su nuevo deporte.

Sin mucho margen para la reacción, un portero-jugador mal ejecutado en esta ocasión no pudo ofrecer otra vibrante remontada en un choque con el árbitro como lamentable protagonista final. En un partido de guante blanco, en el que las jugadas más polémicas fueron sus leyes de la ventaja mal concedidas y sus chorraditas en los saques de banda (llegó a pitar diez saques malos), se sacó de la chistera la expulsión de Hristo (después pondría en el acta que le puso la mano en el torso), lo que conllevó las increpaciones de Päin, que también vio la roja. Un encuentro limpio que puede traer consecuencias negativas para el Amapola.

Lo mejor El resurgir de Päin, que firmó un doblete inesperado hasta para su club de fans.
Lo peor La chulería del colegiado en el final del partido. Lamentable.