La Liga de Honor de fútbol sala arrancó el pasado fin de semana y lo hizo sin la igualdad habitual en la categoría. No hubo empates y sólo dos partidos se resolvieron por la mínima, con varias goleadas para empezar el campeonato. El Calasanz, actual campeón, ratificó su condición con triunfo, mientras que el Eskoriatza, recién descendido de Liga Vasca, tiró de galones para endosar más de una docena de goles al siempre complicado Oketa y el Adana, recién ascendido, presentó su candidatura a equipo revelación en el 'derbi' ante el Oriamendi. El Aretxabaleta es el nuevo líder gracias al 9-1 ante el Burusoilak.
¿El Amapola? Bien, gracias, nunca se nos dieron bien los comienzos, nos cuesta desperezarnos.
Guingangolo-Amapola (Sábado; Abetxuko, 15.00 horas)
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